Richard Grennell, representante especial del expresidente estadounidense Donald Trump, reveló que Venezuela había aceptado reiniciar los vuelos de deportación de migrantes desde Estados Unidos. Este anuncio se produjo después de que el presidente Nicolás Maduro advirtiera que la revocación de la licencia de la petrolera Chevron para operar en territorio venezolano podría interferir con dichos planes.
El cuarto vuelo de deportados está programado para llegar a Venezuela este viernes, 14 de marzo. Los términos de este acuerdo de repatriación se establecieron el 31 de enero, durante un encuentro en el Palacio de Miraflores entre Maduro y Grennell, donde se abordaron temas relacionados con la deportación de migrantes y la creación de vías de comunicación entre ambos gobiernos.
Paralelamente, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció la cancelación de la Licencia 41, que permitía a Chevron operar en Venezuela, otorgándole un período de 30 días, hasta el 3 de abril, para concluir sus actividades. Esta medida generó fricciones con Maduro, quien afirmó que la decisión ponía en riesgo los acuerdos previamente establecidos con la administración Trump para la recepción de migrantes venezolanos.
Hasta la fecha, tres vuelos han transportado a un total de 609 venezolanos deportados desde Estados Unidos. El primero, con 190 personas, llegó el 10 de febrero desde Texas; el segundo, con 177, arribó el 20 de febrero; y el tercero, con 242, el 24 de febrero. Estos retornos marcan un capítulo significativo en las relaciones bilaterales entre ambos países, en medio de tensiones políticas y económicas.