Una contundente mayoría en Chile rechazó este domingo la propuesta de Constitución que buscaba cambiar la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) por otra con más derechos sociales, en un resultado que superó las expectativas más optimistas de la oposición conservadora.
Más de 15 millones de electores estaban convocados a las urnas en una jornada con alta participación por voto obligatorio y en gran parte del país se impuso la opción en contra de la Constitución.
El proyecto consagraba una “plurinacionalidad” indígena y establecía un nuevo catálogo de derechos sociales en salud, aborto, educación y pensiones, con un marcado énfasis medioambiental y de protección de nuevos derechos, aunque mantienía la economía de mercado.
“Es una derrota a la refundación de Chile”, dijo Javier Macaya, presidente del partido ultraconservador UDI. “Vamos a continuar con la voluntad de continuar el proceso constituyente, vamos a cumplir nuestro compromiso”, prometió en una rueda de prensa, rodeado de seguidores del “Rechazo” que festejaban.
El nuevo texto, de 388 artículos y elaborado durante un año por una Convención Constitucional, consagraba un “Estado social de derechos”, en respuesta a reclamos expresados en las masivas manifestaciones de octubre de 2019.
Los elementos que más divisiones provocaron del proyecto fue haber consagrado la plurinacionalidad indígena y haber incluido en su nuevo catálogo de derechos sociales el aborto, el derecho a la vivienda “digna” en un texto con un marcado énfasis medioambiental que sin embargo mantenía el modelo de economía de mercado.