“Portovelo se ha convertido en el basurero de los desechos minerales tóxicos de otras provincias” y con esa frase el prefecto de El Oro, Clemente Bravo, resumió un hecho del que casi no se habla pero que, según la autoridad, él la está poniendo sobre el tapete tanto en el Ministerio del Ambiente como en el de Energía y Minas, en Quito.
La declaración anterior la hizo el prefecto durante el acto de conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, el anterior 5 de junio, y en ese entorno, indicó que si bien el Consejo Provincial ayuda con el mantenimiento y funcionamiento de la relavera “El Tablón” en Portovelo, hacerlo no es de responsabilidad directa del consorcio provincial.
SOLICITA APOYO AL GOBIERNO CENTRAL
“Recordemos que todo lo que atañe a minería y energía son ejes de desarrollo nacional y son las entidades de orden ministerial las llamadas a actuar directamente en esos sectores; sin embargo, como prefecto no he podido quedarme impávido ante la necesidad de reforzar esa relavera que, si bien ayuda un poco a paliar la contaminación, tampoco es que sea la solución definitiva al problema que aqueja a las zonas aledañas a los sitios de explotación mineral”, consideró el prefecto Bravo Riofrío.
USD 1 MILLÓN SALE DE LA PREFECTURA
Es más, refirió que la Prefectura invierte casi 1 millón de dólares anuales en el mantenimiento de la relavera “El Tablón” y que es dinero que sale directamente del presupuesto del Consejo Provincial y no es dádiva ni regalía ni préstamo del gobierno central.
BASURERO MINERO
A todo eso, y el hecho que preocupa al prefecto Bravo es que, desde Ponce Enríquez, Azuay; y de Imbabura, todas las semanas llegan volquetas y contenedores, cargados de residuos contaminados de químicos y son vertidos en la relavera, aumentando así la carga contaminante que de por sí ya es alta.
“Nosotros vamos a continuar apoyando y todo, pero sí necesitamos que se regule bien esto de traer desechos mineros de otras localidades y que el gobierno nacional intervenga con proyectos que propendan a solucionar lo más que se pueda esta problemática cuyas consecuencias negativas, al final, la pagamos los orenses y toda el área, aguas abajo, del río Calera y de los afluentes que conforman la cuenca del Puyango”, enfatizó la autoridad provincial.