Ucrania denunció este lunes de 17 de octubre, que Rusia volvió a atacar Kiev con una multitud de “drones suicidas”, un acto que dejó tres muertos, según las autoridades ucranianas.
“Esta mañana, los terroristas rusos atacaron de nuevo las infraestructuras energéticas de Ucrania en tres regiones”, lamentó el primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, que mencionó “cinco ataques con drones” en Kiev y “ataques con misiles” en Dnipropetrovsk (centro-este) y Sumi (noreste).
Los periodistas en Kiev vieron drones sobrevolando un barrio central de la capital y cómo los oficiales de la policía les dispararon con armas automáticas y también reportaron columnas de humo por las explosiones en toda la ciudad.
Los drones kamikaze, o drones suicidas, son un tipo de sistema de armas aéreas. Se les conoce como municiones merodeadoras porque pueden esperar el tiempo necesario sobre un área identificada como un objetivo potencial y solo atacar cuando identifica un activo enemigo.
Son pequeños, portátiles y se pueden lanzar fácilmente. Pero su principal ventaja es que son difíciles de detectar y se pueden disparar a distancia.
La palabra “kamikaze” se refiere al hecho de que los drones son desechables. Están diseñados para golpear detrás de las líneas enemigas y se destruyen en el ataque, a diferencia de los drones militares más tradicionales, más grandes y más rápidos que regresan a casa después de lanzar misiles.
Los drones han desempeñado un papel importante en la guerra desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en Ucrania a fines de febrero. Sin embargo, su uso ha aumentado desde que Moscú compró nuevos drones a Irán durante el verano.
Las propias fuerzas ucranianas han utilizado drones kamikaze para atacar objetivos rusos y han pedido a sus aliados que les proporcionen más unidades de estas armas letales.